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Como un gran vino, un gran jamón debe servirse a temperatura ambiente para que revele todos sus aromas. Lo ideal es comerlo recién cortado y a una temperatura que oscila entre los 20 y los 22º.
Se alcanza la temperatura adecuada cuando la zona magra comienza a brillar.
La mejor forma de degustar el “Jamón Ibérico de bellota” es compartirlo con los amigos, como aperitivo en un ambiente agradable.
Con un cuchillo afilado, córtalo en rodajas finas y disfrútalo servido en un plato blanco.
La presentación del jamón para la cata se hará sobre un plato de color blanco para que resalte su color y las tiras de jamón estarán colocadas de forma circular.
Las 4 características para catar un jamón de forma adecuada
1) Características visuales
El jamón ibérico de calidad presenta un color rojo más brillante debido a un tipo de proteína muscular presente en este tipo de jamón.
Ese brillo también es por una fina capa de grasa que no tarda en evaporarse a esos 21º de temperatura. No se aprecia a simple vista. Solo podemos apreciar el brillo del color rojo del jamón.
La grasa es blanca o incluso puede tener unos tonos rosáceos.
2) Usa tus dedos
Comer el jamón con los dedos también te va a permitir tocar esa grasa y diferenciar un jamón seco de un jamón de calidad.
Tienes que agarrar una loncha fina por la parte magra y que sea la parte grasa la primera que toque tu lengua.
3) El sabor
Si el jamón está salado es una mala señal.
El jamón ibérico de bellota es dulce y la parte grasa deja una sensación de aspereza en la garganta. El buen jamón invita a beber para combatir esa garganta áspera.
Otra de las características relacionadas con el sabor es que un buen jamón ibérico de bellota te deja un gusto remanente, es decir, es un gusto que persiste en la boca, no desaparece al minuto.
Lo ideal es servirlo junto a un buen cava. Si el jamón ibérico es lo suficientemente potente, es mejor no acompañarlo con pan.
4) El aroma
Un jamón ibérico de bellota te transporta al campo. Incluso si hueles tus dedos después de comerlo, podrás apreciar ese olor campestre.
Por el contrario, un jamón de baja calidad no deja ese tipo de olor. En este caso sería un olor más rancio.
Conclusiones
La cata de jamón ibérico de bellota hay que hacerla de una determinada manera y siguiendo los pasos que hemos mencionado en este artículo.
Haz caso a estos consejos que hemos dado si quieres comprobar si se trata de jamón ibérico, paleta o un jamón de baja calidad.
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